Safari a pie en el lago Naivasha

Naivasha, 20 de septiembre

Hoy tocaba madrugar para despedirse del Masai Mara. Después de nuestro desayuno partíamos hacia Naivasha, diciendo adiós a las llanuras del gran parque Keniata y a todos los animales que allí habitan.

Una vez más teníamos que deshacer nuestros pasos por el terrible camino de tierra por el que habíamos venido. A ambos lados del camino se sucedían las llanuras con poblados Masai y los niños que nos saludaban a nuestro paso. El último animal que vimos fueron un grupo de jirafas en la lejanía. Estos caminos son tan duros que las furgonetas con turistas suelen tener problemas y averías. A medio camino nos paramos ya que la furgoneta de unos japoneses se había estropeado.

Poco antes de mediodía llegamos al lago Naivasha, donde también se encuentra el parque Natural Hell's Gate, el único parque que se puede recorrer a pie de todo Kenia. Después de dejar las cosas en el hotel y comer espaguetis con arroz, repollo cocido y una sopa de pollo, pudimos descansar durante casi dos horas antes de dirigirnos a nuestro primer Safari por el lago. Coger una barca en Naivasha cuesta 20 dólares por persona, un precio bastante elevado, pero es un paseo muy recomendable.

Las barcas se encontraban dentro de un camping de lujo con bungalows a los lados. Al bajar de la furgoneta entendimos a Paul que íbamos a ir en motos acuáticas y que había riesgo de caer al agua, por lo que lo único que no dejamos dentro del vehículo fue mi móvil que iba protegido con una funda. Nada más lejos de la realidad, íbamos en una barca a motor.

La primera parada fueron unos hipopótamos que pudimos ver a escasos 10 metros de nosotros. Lo cierto es que lo que en un momento parecía un idílico paseo en barca al atardecer se convirtió en un viaje de tensión constante ya que el lago estaba lleno de hipopótamos en el agua. Aunque el hipopótamo es hervíboro, es un ser muy territorial y agresivo. A nuestro lado bufaban, se sumergían y volvían a aparecer ante nuestro acojone de que en un momento dado atacasen.

Fueron varios los grupos de hipopótamos que vimos, y aunque tenerlos tan cerca era un lujo, hubiéramos preferido verles un poco más de lejos. Por suerte no ocurrió nada. Aparte de los hipopótamos varios pescadores locales faenaban directamente en el lago extendiendo sus redes mientras el agua les llegaba por la cintura en las zonas menos profundas.

Nuestra siguiente parada era una isla situada en medio del lago Naivasha que en esta época del año estaba unida con las orillas del lago formando una península. En esta isla se puede andar tranquilamente ya que sólo hay hervíboros y el único depredador son los pequeños chacales. Cebras, ñús y antílopes campaban a sus anchas sin tan siquiera percatarse de nuestra presencia.

Como curiosidad, decir que fue realmente en este lugar donde se grabó la película Memorias de África, y no en el Masai Mara. Realmente es un escenario mucho más idílico y frondoso. Para la grabación de la película trajeron también varios leones del Masai Mara que una vez finalizado el rodaje devolvieron a su entorno natural. El paseo por la isla fue muy agradable y duró casi una hora.

De vuelta a la barca, tocaba volver a ver más hipopótamos de cerca. Los pájaros también son protagonistas de este paisaje. Junto a pelícanos y cormoranes hay otra especie que es la protagonista de Naivasha, el águila pescadora: un tipo de águila con la cabeza blanca que pesca carpas en el lago. Nuestro guía nos hizo una demostración lanzando un pescado al agua que un águila pescadora recogió escasos segundos después.

El sol empezaba a ponerse entre las montañas y era el momento de regresar. Los colores de los atardeceres aquí son muy intensos, pasando de los amarillos a los naranjas y de ahí a los rosas y rojos en cuestión de minutos hasta que el sol desaparece. De vuelta al hotel donde estamos alojados, nos dimos una ducha y cenamos. Esta vez la cena fue muy escasa, tan sólo unos pequeños trozos de pescado tan seco que resultaba difícil de comer con unas pocas patatas fritas y un poco de repollo. Con el estómago no muy lleno nos fuimos a la cama pronto.

Mañana nos tocará levantarnos temprano para recorrer el Hell's Gate en bicicleta entre antílopes y cebras a primera hora de la mañana. A mediodía regresaremos a Nairobi donde nos despediremos de Paul nuestro conductor, y partiremos con el tren lunático hacia Mombasa a pasar el fin de semana. La costa Keniata nos espera.