martes, 25 de septiembre de 2012

La vuelta siempre es muy dura

Nairobi, 25 de septiembre
Hoy nos tocaba vivir tal vez el día más duro de toda la ruta de las fieras. No sólo teníamos que volver a casa, sino que íbamos a estar todo el día deambulando Nairobi y hasta las 4,30 de la mañana no iba a salir nuestro avión de vuelta al Cairo.
Javi y Encarna fueron los más madrugadores y se fueron a desayunar y a dar una vuelta mientras el resto aprovechábamos las limpias sábanas del hotel al menos un par de horas. A las 9,30 ya estábamos todos en pie. Diana y yo decidimos irnos a la piscina del hotel, al gimnasio y la sauna mientras Olga, Javi y Encarna hacían algunas compras. A las 12 de la mañana abandonamos el hotel dejando las maletas en consigna.
Nuestra primera parada tenía que ser la agencia de viajes donde contratamos el safari, para avisarles de que nos tenían que ir a buscar a las 22 de la noche al hotel para llevarnos al aeropuerto.

Probando los buses Keniatas

Mombasa, 24 de septiembre
Un día más a las 6,30 de la mañana estábamos en pie, pero hoy no nos tocaba ni safaris ni playas paradisíacas, hoy comenzaba nuestra vuelta a casa. La noche anterior contratamos con un hombre de Diani el viaje de vuelta a Mombasa con paso de ferry incluido. La verdad es que el hombre iba un poco emporrado y teníamos miedo de que nos dejara tirados, pero no fue así. A las 7 en punto estaba esperándonos en la puerta del apartamento. Nos llevó por 2000 chelines, unos 20 euros.
Aunque nuestro bus salía a las 10 de la mañana, no sabíamos el atasco que podíamos encontrar para entrar en Mombasa y coger el ferry, así que fuimos previsores y a las 7,30 ya estábamos de camino. Nuestros amigos los monos Tardamos hora y media en llegar y sí, había atasco. En la estación de autobuses nos subieron a la sala de espera, una sala con sillas de plástico y un pequeño escenario que me sirvió para contar monólogos a lo negra chunga y representar El Rey León.
A las 10,15 nos subimos en nuestro autobús. Y qué autobús... sin aire acondicionado, con muy poco espacio entre los asientos y con un conductor y azafato bastante peculiares. Al menos según nos subimos nos invitaron a una botella de agua, una coca-cola, caramelos y cacahuetes. Al menos nos tendrían entretenidos durante las 8 horas que nos quedaban de camino a Nairobi.

La playa de los simios

Diani, 23 de septiembre
Hoy era nuestro auténtico día de relax antes de empezar a andar sobre nuestros pasos para volver a casa. Ayer se nos ocurrió levantarnos pronto para ver amanecer sobre el océano Índico, así que pusimos nuestros despertadores para que sonaran a las 5,30 de la mañana. Según salimos del porche de nuestro apartamento vimos como la luz empezaba a clarear... pero cuando bajamos a la playa nos dimos cuenta que nos íbamos a quedar sin ver el sol aparecer bajo el mar en el horizonte. El dia había amanecido nublado.


A las 6,15 de la mañana decidimos volvernos a dormir un rato más, al fin y al cabo para un día que no teníamos que madrugar, podíamos aprovechar la cama. Según entramos a la casa, de repente vimos como un mono asomaba su cabeza por el techado de paja... nuestro susto fue tremendo. El mono más asustado que nosotros decidió salir y pensamos que había sido algo puntual. Nada más lejos de la realidad.
Yo desde mi cama con la puerta abierta veía como el mismo mono (o eso pensaba), estaba mirándome atentamente desde fuera, pero de repente empecé a escuchar ruidos en la cocina y me levanté temiéndome lo peor. Así era, otro mono estaba en la cocina comiéndose el pan de molde que habíamos comprado el día anterior. Entre mis gritos, los de Javi y los de las chicas, cualquiera que pasara por delante de la casa, pensaría que estábamos locos.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Una piedra en el camino hacia el Índico

Mombasa, 22 de septiembre
Tenemos otra teoría de por qué el tren lunático se llama así. Los saltos que se dan en vertical en los compartimentos de este tren son tan grandes que con uno de ellos se puede llegar hasta la luna. En serio, que es digno de verse y vivirse. Que un tren tenga cierta oscilación en horizontal es normal, pero que demos unos botes en vertical tan grandes que en más de un momento hayamos pensado que el tren podría descarrilar no es tan común.
A las 7,30 de la mañana la chica del vagón restaurante nos despertaba para que fuéramos a desayunar. Del desayuno lo más destacable fue una especie de zumo de Kiwi y menta buenísimo. De ahí esperábamos tener algo de retraso ya que salimos de Nairobi con 2 horas y media de retraso, pero no llegamos hasta Mombasa hasta las 14 de la tarde, 5 horas más tarde de lo esperado. Una pena porque este viaje en el tren nos ha comido más de medio día de playa.

La puerta del infierno se encuentra en Kenia

Naivasha, 21 de septiembre
Hoy fue nuestro último día con Paul y nuestro último día de Safari organizado. Por la tarde teníamos que coger el tren a Mombasa, pero antes de todo esto, todavía teníamos un último parque que visitar, el Hell's Gate.
Después de Amboseli, el Masai Mara y Nakuru, la verdad es que no esperábamos gran cosa de Hell's Gate, pero la sorpresa ha sido mayúscula. Este parque se encuentra muy cerca del lago Naivasha y su principal atractivo es que apenas hay depredadores en él, por lo que los visitantes pueden pasear libremente, andando o en bicicleta (alquilar una cuesta 5 euros, aunque a nosotros nos entraba con el viaje organizado).
Después del desayuno, hoy con "tortilla española" (no esperéis tortilla de patata, sino tortilla con pimiento rojo, verde y cebolla) salimos hacia el Hell's Gate. Antes miramos por Internet un apartamento para los dos próximos días en la costa de Mombasa a través de airbnb, un portal de internet. De primeras, el apartamento tienen buena pinta y un precio estupendo, ya os contaremos si realmente es así.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Safari a pie en el lago Naivasha

Naivasha, 20 de septiembre
Hoy tocaba madrugar para despedirse del Masai Mara. Después de nuestro desayuno partíamos hacia Naivasha, diciendo adiós a las llanuras del gran parque Keniata y a todos los animales que allí habitan.
Una vez más teníamos que deshacer nuestros pasos por el terrible camino de tierra por el que habíamos venido. A ambos lados del camino se sucedían las llanuras con poblados Masai y los niños que nos saludaban a nuestro paso. El último animal que vimos fueron un grupo de jirafas en la lejanía. Estos caminos son tan duros que las furgonetas con turistas suelen tener problemas y averías. A medio camino nos paramos ya que la furgoneta de unos japoneses se había estropeado.

A orillas del río Mara

Masai Mara, 19 de septiembre

Parece que ni en Kenia, ni en ninguna de nuestras vacaciones, se nos permite dormir más allá de las 6,30 de la mañana. Hay que estar en el parque lo antes posible para que el sol no empiece a calentar y los animales no se escondan entre los arbustos.
Antes de las 7,30 ya estábamos recorriendo los caminos del parque. La idea era comer dentro del mismo y estar hasta las 16,30 de la tarde observando los distintos animales. Conseguido el objetivo de ver a los cinco grandes, había un animal que todavía nos faltaba en nuestra lista, el guepardo. Al parecer los guepardos son especialmente difíciles de ver. Además, aunque el día de antes habíamos visto a dos leonas y un cachorro, nuestro deseo era poder encontrarnos con un león macho.
Yendo por los mismos caminos del día anterior nos encontrábamos una vez más con los mismos animales, búfalos, impalas, gacelas, elefantes al fondo, girafas, monos, pumbas,... Al cabo de un buen rato por el Masai Mara acercándonos al río Mara, pudimos por fin ver un guepardo y de forma muy clara con su cría. Habían cazado poco antes y estaban relativamente cerca de nosotros. Es un animal muy elegante, delgado y la verdad es que con cierta distancia podría parecer hasta un gato grande.

El reto de los cinco grandes

Masai Mara, 18 de septiembre
Un día más hemos amanecido temprano para poner rumbo hacia el Masai Mara, tal vez el parque más famoso de todo Kenia, aunque hay que decir que el Masai Mara no es un Parque Natural, sino una reserva, ya que los Masai siguen viviendo en esta zona fronteriza con Tanzania y dejan su ganado pastar en el interior. El Masai Mara es la prolongación keniata del gran parque natural del Serengueti en Tanzania
El camino esta vez no ha tenido paradas de interés. La carretera durante las más de dos primeras horas era excelente, pero de ahí en tan sólo un momento se ha tornado en un infierno. Suponemos que habrá mejores accesos para llegar al Masai Mara, pero por donde hemos venido nosotros es peor que la peor de las pistas forestales española. El camino era de tierra y el polvo que levantábamos era tal que nos hemos tenido que tapar con los pañuelos para respirar.
Los baches eran tan pronunciados que en un momento Diana y yo que íbamos atrás del todo hemos saltado tanto que nos hemos golpeado con el techo fuertemente. Zonas embarradas, puentes a medio construir, socavones en la carretera... vamos, todo un sueño para cualquier aprendiz de conductor de Rally. Imaginaos si levantábamos polvo que cuando hemos llegado al camping nos hemos encontrado con nosotros y nuestras mochilas totalmente cubiertos de tierra.

Entre rinocerontes en el lago Nakuru

Nakuru, 17 de septiembre
El día amaneció una vez más a las 7 de la mañana. Después de nuestro desayuno Keniata de salchicha y dos huevos con café y Malarone pusimos rumbo hacia el lago Nakuru. Nos despedimos Nanyaki y del Monte Kenia. Teníamos 5 horas de camino, pero por suerte, había dos paradas en el camino.
La carretera era muy buena hasta que Paul quiso coger un atajo para ahorrarnos 30 kilómetros yendo por algo similar a una pista forestal. Diana y yo, que éramos los que íbamos atrás del todo fuimos los que más lo sufrimos. Los baches eran tan pronunciados que en más de un momento dimos con la cabeza en el techo y nuestras piernas volaban. Por suerte este atajo no duró más de 15 minutos, si no, hubiéramos acabado echando la salchicha y el huevo.
A las 10,30 llegamos a las cataratas Thompson, un lugar que estaba fuera de nuestro circuito de primeras y que es realmente recomendable como parada entre Monte Kenia y Nakuru. Las cataratas Thompson son las más altas de todo Kenia y merecen mucho la pena. En el interior del recinto, algún vendedor y gente vestida de tribus que te querían cobrar por una fotografía. Javi de repente se vió con dos camaleones encima de él por lo que le pedían 200 chelines (unos 2 euros) que por supuesto no pagó.

lunes, 17 de septiembre de 2012

En la ladera del Monte Kenia

Nanyuki, 16 de septiembre
Nuestro despertador en Kenya está abonado a las 7,30 de la mañana. Después de un completo desayuno con huevos y salchichas una vez más y frutas, algunas de ellas bastante extrañas pero de buen sabor, nos dirigimos con nuestro guía Ken a dar un paseo por el pueblo hacia el ecuador.
Aunque Nanyuki no tiene gran cosa que ver, el hecho de poder desentumecer un poco las piernas después de dos días en el coche y andar por su pequeña ciudad fue una experiencia muy agradable. Las ciudades keniatas son muy similares unas de otras, una carretera principal con pequeños negocios de todo tipo a los lados con sus fachadas pintadas de muchos colores. Aquí sólo algún niño pide al turista, la gente hace su vida.La peculiaridad de Nanyuki es que el Monte Kenia forma parte del paisaje de la ciudad, presidiendo majestuoso el horizonte. Al otro lado, una extensión de terreno tremenda hasta donde se pierde la vista.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Sin Internet ni Wifi

¡Hola a todos! Sentimos no poder actualizar el blog con tanta frecuencia como en otros viajes, pero es que aquí el Internet es algo que brilla por su ausencia y más en los presupuestos que nos movemos. Como ya dije, ¡esto es África! Eso sí, todos los días escribimos y hacemos montones de fotos y videos. Es una pena que no podamos compartir todo con vosotros en tiempo real, porque de veras que esto nos está encantando.
 
A ver si estos próximos días que estamos en algunas ciudades un poco más grandes podemos acceder a Internet con más facilidad. Para los videos, con auténticos momentazos, tendréis que esperar a que llegue a España y actualice mi canal de Youtube. No os preocupéis, de momento todo nos está yendo genial, y a los tíos de Diana, ¡está saliendo guapísima en las fotos! Os dejo con una foto de los paisajes que disfrutamos cada día.
 
 

Del Kilimanjaro al Monte Kenia pasando por el ecuador

Parque Nacional de Amboseli, 15 de septiembre
El día de hoy era un día básicamente de viaje desde Amboseli a la ladera del Monte Kenya cruzando más de medio país y la línea del ecuador. Estos desplazamientos largos aunque son un poco aburridos, sí es cierto que nos vienen bien para descansar y coger fuerzas después de 3 días durmiendo entre 3 y 6 horas.
Nos levantamos a las 6,30 de la mañana un día más para ver si hoy teníamos la suerte de poder ver el Kilimanjaro despejado, y así ha sido. Según hemos abierto la cremallera de la tienda de campaña, justo enfrente de nosotros estaba el imponente Kilimanjaro con sus casi 5900 metros de altura dándonos los buenos días. Ni el mejor de los hoteles podía competir con estas vistas. Después de una sesión de fotos y el fantástico desayuno preparado por Charles con crépes, salchichas, huevos fritos, tostadas y café, era el momento de despedirnos de Amboseli y salir en ruta hacia el Monte Kenya. Un diez para nuestro campamento, las tiendas de campaña eran comodísimas y limpias. Firmamos ya si todos los sitios donde vayamos a dormir son así.

Entre Masais y Naturaleza

Parque de Amboseli, 14 de septiembre
Hoy nos hemos levantado muy pronto, a las 6,15 de la mañana ya estábamos de pie. Al parecer para ver el Kilimanjaro hay que madrugar porque luego se cubre de nubes. Así ha sido, sólo a primera hora de la mañana hemos podido visualizar la cumbre del Kilimanjaro, ni al atardecer, que según los Masais es cuando el Kilimanjaro despierta hemos podido verlo. Hemos tenido mala suerte en esto.
Después de un desayuno estupendo preparado por nuestro cocinero Charles compuesto por huevos, salchichas, tostadas y café, nos hemos puesto rumbo al parque de Amboseli que está a unos 10 minutos en coche. Por el camino Diana ha visto unos burros y se ha emocionado pensando que eran algún animal del parque... vale, son bonitos, pero precisamente para los españoles no son muy exóticos.

Buscándonos la vida en la capital Keniata

Nairobi, 13 de septiembre
El despertador ha sonado muy temprano, tan sólo 3 horas después de habernos acostado. Aún así, las ganas que tenemos de conocer todo lo que podamos, nos han hecho saltar de la cama. Desayunar en el hostel nos ha costado 165 chelines, salchichas, huevo, tostadas y un café por poco más de un euro y medio. Nuestro conductor de anoche nos estaba ya esperando. Nuestro objetivo era abandonar Nairobi lo antes posible y comenzar nuestra ruta cuanto antes.
Nos han llevado a su oficina que estaba en el centro de la ciudad cruzando un parque, relativamente cerca del hostel. La primera impresión al ver Nairobi de día no difiere mucho de otras ciudades como Pekín, Delhi o incluso México DF. El distrito financiero está plagado de tiendas de ropa y de comida y hay grandes edificios acristalados de oficinas. Se ve que Kenya está despertando económicamente más allá del negocio del turismo.

Esto que viene a continuación a lo mejor a familiares y amigos no les interesa en absoluto, pero para alguien que encuentre nuestro blog, y esté planeando viajar a Kenya, tal vez sea lo más importante que puede leer aquí. En la séptima planta de un edificio de oficinas ha empezado nuestra dura negociación. Nos ha dado su plan para los próximos 9 días que incluye ver el parque de Amboseli, desde donde ver el Kilimanjaro, el Masai Mara, Nakuru, Monte Kenya, Nanvosheli y vuelta a Nairobi justo para coger un tren que nos llevará tres días a la costa. Total, 9 días viviendo la aventura keniata y disfrutando de los maravillosos paisajes de este país. Nos han ofrecido conductor, coche para nosotros solos, comida todos los días y hasta un cocinero para preparárnoslo, alojándonos eso sí en Campings. El precio de salida era 1400 dólares. En el hostel Javi y Diana habían preguntado y nos ofrecían más o menos lo mismo por 1200.

Hacia el otro lado del mundo

Madrid, 12 de septiembre
A la 13,30 Diana, Javi y yo partíamos desde Puente de Vallecas hacia el aeropuerto. Encarna y Olga ya estaban allí desde la 13 de la tarde. Nada más llegar facturamos y pasamos los diferentes controles del aeropuerto. Nuestra primera sorpresa vino cuando vimos en pantalla que nuestro vuelo estaba 30 minutos retrasado, en vez de salir a las 15,45 salíamos a las 16,15.
No hubiera pasado nada si no tuviéramos una conexión en el Cairo de poco más de una hora, por lo que los nervios empezaron a aflorar. Por suerte, el tiempo de retraso que teníamos en Barajas, lo ganamos en el vuelo y llegamos con esa hora, tiempo suficiente para hacer el transfer al avión de Nairobi, aunque aún así y por si acaso corrimos por el aeropuerto ya que las pantallas anunciaban que ya se estaba embarcando.
¡Por el camino vimos nuestro primer animal! Un peluche gigante de un hipopótamo. Al menos podremos volver a España diciendo que vimos uno.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

En tránsito

Ya estamos camino de Nairobi! Aquí nuestra primera foto. Ya estamos en el Cairo, esperando a que salga nuestro vuelo a la capital Keniata. ¡La comida de Egyptair es estupenda! ¡y los egipcios ya se han fijado en la belleza de las chicas! Diana ha entendido como han dicho en árabe "vaya bufas!"