El reto de los cinco grandes

Masai Mara, 18 de septiembre

Un día más hemos amanecido temprano para poner rumbo hacia el Masai Mara, tal vez el parque más famoso de todo Kenia, aunque hay que decir que el Masai Mara no es un Parque Natural, sino una reserva, ya que los Masai siguen viviendo en esta zona fronteriza con Tanzania y dejan su ganado pastar en el interior. El Masai Mara es la prolongación keniata del gran parque natural del Serengueti en Tanzania

El camino esta vez no ha tenido paradas de interés. La carretera durante las más de dos primeras horas era excelente, pero de ahí en tan sólo un momento se ha tornado en un infierno. Suponemos que habrá mejores accesos para llegar al Masai Mara, pero por donde hemos venido nosotros es peor que la peor de las pistas forestales española. El camino era de tierra y el polvo que levantábamos era tal que nos hemos tenido que tapar con los pañuelos para respirar.

Los baches eran tan pronunciados que en un momento Diana y yo que íbamos atrás del todo hemos saltado tanto que nos hemos golpeado con el techo fuertemente. Zonas embarradas, puentes a medio construir, socavones en la carretera... vamos, todo un sueño para cualquier aprendiz de conductor de Rally. Imaginaos si levantábamos polvo que cuando hemos llegado al camping nos hemos encontrado con nosotros y nuestras mochilas totalmente cubiertos de tierra.

Eso sí, las vistas han sido espectaculares, jamás pensábamos que Kenia podía ser tan verde. En los laterales de la pista los Masai hacían sus vidas en sus pequeñas casas muy similares a las que visitamos en Amboseli. Los niños cuidaban las numerosas cabezas de ganado, principalmente vacas, ovejas y cabras y las mujeres por lo que hemos visto tienen como una de sus tareas recoger la leña que llevan en un atillo apoyada en la frente.

La anécdota de la mañana ha venido cuando nuestro conductor Paul se ha metido por el lateral de la pista principal, suponemos que para coger menos baches, y al cabo de un rato se ha encontrado con el camino cortado. Acto seguido han aparecido un grupo de jóvenes Masai pidiéndole peaje por seguir por la pista. Él les ha pagado como si fuera algo tan normal y los chicos han quitado los troncos y ramas que habían puesto en el camino, permitiéndonos continuar.

A mediodía hemos llegado a nuestro camping. La verdad es que todo estaba muy preparado, con tiendas de campaña limpias y espaciosas. Después de sacudirnos un poco el polvo de encima y comer algo, hemos ido a hacer nuestra primera visita al Masai Mara. Una vez más, hemos levantado el coche de la camioneta y nos hemos dirigido en busca de los animales.

En el Masai Mara nuestra intención era ver sobre todo carnívoros, que por el momento casi apenas habíamos visto, tan sólo hienas y chacales, pero nos faltaban dos de los cinco grandes, el león y el leopardo. Los cinco grandes son los cinco animales más peligrosos para el hombre: el elefante, el búfalo, el rinoceronte, el león y el leopardo. Los tres primeros ya los habíamos visto en Amboseli y Nakuru, nos faltaban dos por conseguir. El leopardo al parecer es especialmente dificil de ver, ya que suele esconderse en las sombras de los arbustos.

Al principio hemos visto muchos de los hervíboros que ya habíamos visto anteriormente: antílopes, gacelas, cebras e incluso elefantes, girafas e hipopótamos, pero queríamos ver leones. Y así ha sido. Al poco de entrar hemos tenido la suerte de ver, muy cerca de la carretera, a una cría de león con su madre. Al parecer se habían dado un festín con un búfalo pocas horas antes. A la madre no la hemos podido ver muy bien ya que estaba tumbada echándose la siesta, pero a la cría sí. Estaba enfrente de nosotros, jugando con la presa ya muerta, casi como si fuera un gato, miraba curioso hacia la carretera, se tumbaba. Era precioso.

Al poco de estar allí nuestro conductor y la otra furgoneta que estaban allí han llamado al resto de conductores para que fueran allá. Al parecer entre unos y otros se dan el chivatazo de donde se ven animales. Nosotros hemos continuado nuestro camino, ya sólo nos quedaba uno de los 5 grandes que ver, el leopardo.

Un poco más adelante empezamos a oler a podredumbre... estábamos en la zona de los buitres. Cientos de ellos estaban a ambos lados de la carretera. El por qué de su presencia y este mal olor lo teníamos unos metros más adelante, un elefante yacía muerto en un lateral de la carretera. Es el ciclo de la vida.

Siguiendo el camino que llevábamos un poco después nos encontramos con otra leona. Esta vez la leona iba sola y al parecer ya había cenado un ñu. La hemos podido observar en soledad durante un buen rato y a escasos 2 metros de nosotros. Se ha paseado, ha bebido agua a nuestro lado, se ha tumbado a la sombra de nuestra furgoneta y cuando se ha cansado ha seguido su camino. Hemos tenido muchísima suerte de haberla podido ver en soledad sin más furgonetas a nuestro alrededor y durante tanto tiempo.

De aquí hemos seguido nuestra ruta y hemos podido ver una familia de "Pumbas" con seis cachorros. Por cierto, Pumba no es sólo el nombre que Disney dió a este jabalí salvaje de la sabana para la película del Rey León, también es el nombre del animal en Swahili, al igual que "Simba" significa León y otro de los animales, el mono "Rafiki" significa amigo.

La noche estaba empezando a caer y había que abandonar el parque antes de las 18,30 de la tarde... pero lo mejor estaba por llegar. Justo poco antes de salir vimos un grupo de varias furgonetas en un punto y decidimos acercarnos. Cual fue nuestra sorpresa cuando entre los arbustos pudimos observar al último de los cinco grandes, un leopardo estaba tumbado de espaldas a nosotros echándose la siesta tranquilamente. Habíamos conseguido nuestro objetivo y habíamos conseguido ver a los cinco.

Mientras salíamos del parque algunas hienas estaban en los laterales del camino, pero después de ver al majestuoso leopardo, estábamos tan emocionados que apenas las hicimos caso. De vuelta al camping nos duchamos para quitarnos todo el polvo de encima y cenamos. Este es el primer lugar donde nos hemos encontrado bastantes más turistas aparte de nosotros e incluso hemos coincidido con un español que ha venido a ver a unos amigos suyos que trabajan aquí.

Mañana tenemos por delante otro día completo en el Masai Mara. Intentaremos ver leones macho, algún leopardo nuevo y a ser posible algún guepardo, que es uno de las especies que nos falta.