jueves, 20 de septiembre de 2012

A orillas del río Mara

Masai Mara, 19 de septiembre

Parece que ni en Kenia, ni en ninguna de nuestras vacaciones, se nos permite dormir más allá de las 6,30 de la mañana. Hay que estar en el parque lo antes posible para que el sol no empiece a calentar y los animales no se escondan entre los arbustos.
Antes de las 7,30 ya estábamos recorriendo los caminos del parque. La idea era comer dentro del mismo y estar hasta las 16,30 de la tarde observando los distintos animales. Conseguido el objetivo de ver a los cinco grandes, había un animal que todavía nos faltaba en nuestra lista, el guepardo. Al parecer los guepardos son especialmente difíciles de ver. Además, aunque el día de antes habíamos visto a dos leonas y un cachorro, nuestro deseo era poder encontrarnos con un león macho.
Yendo por los mismos caminos del día anterior nos encontrábamos una vez más con los mismos animales, búfalos, impalas, gacelas, elefantes al fondo, girafas, monos, pumbas,... Al cabo de un buen rato por el Masai Mara acercándonos al río Mara, pudimos por fin ver un guepardo y de forma muy clara con su cría. Habían cazado poco antes y estaban relativamente cerca de nosotros. Es un animal muy elegante, delgado y la verdad es que con cierta distancia podría parecer hasta un gato grande.

Siguiendo el camino hacia el río cumplimos el segundo de nuestros objetivos. Dos leones machos descansaban en un lateral del camino entre los arbustos. La verdad es que no se les podía ver muy claramente porque estaban tumbados, y sólo cuando el mayor de ellos levantó la cabeza por la curiosidad que le provocaba el ruido de las furgonetas acercándose a ellos, pudimos observarle la cara claramente y descubrir toda su majestuosidad. Está claro por qué se dice que es el rey de la selva. Al león más joven no pudimos verlo. Estaba tumbado y decidió seguir con su siesta.
De aquí nos fuimos a un risco elevado desde donde pudimos bajarnos para hacer fotos a la inmensidad de la sabana africana. A nuestros pies, miles de ñús, antílopes y cebras pastaban tranquilamente. Lo mejor estaba por venir. Paul nuestro conductor nos dijo que íbamos a comer, y así fue, pero jamás pensamos que en un lugar tan increíble. Bajando del risco, en ese campo que habíamos visto plagado de animales, paró la furgoneta a la sombra de un arbol y nos dijo que bajáramos de ella para hacer picnic en medio de la sabana.
La experiencia de comer a escasos metros de todos estos animales en un lugar tan maravilloso es muy difícil de describir y lo mejor es vivirla. Una vez de vuelta a la furgoneta vimos como había varios esqueletos de animales en el mismo campo donde habíamos comido, vamos que allí no solo comían los hervíboros y nosotros, sino también algún león, hiena o leopardo.
A pocos minutos de este lugar estaba el río Mara, frontera entre Kenia y Tanzania. Con tan sólo acercarnos a la orilla pudimos ver a los hipopótamos como no los habíamos visto antes. Varias decenas de ellos descansaban en el río tranquilamente. Al parecer el hipopótamo se pasa el día en el agua y es por la noche cuando sale a comer, momento que aprovechan algunas veces los leones para cazar alguna de las crías, los únicos con los que podrían.
A escasos metros de allí nos esperaba la sorpresa del día: Encarna vió como una cebra intentaba atravesar el río desde el Msai Mara al Serengueti. Sin embargo parecía que le costaba cruzar el río, tal vez por las corrientes que parecían llevársela. Paul nos advirtió en ese momento de lo que realmente estaba ocurriendo. Un cocodrilo estaba intentando dar caza a la cebra. No nos lo podíamos creer, ya que no se veía al coocodrilo, sin embargo era cierto que la cebra estaba relativamente cerca de la orilla y parecía que cada vez más se ahogaba. Cuando consiguió alcanzar la orilla y salir, lo vimos claramente. El cocodrilo estaba colgado de su cuello intentando morderla, sin embargo la cebra consiguió zafarse y sobrevivió al ataque del depredador con nosotros como testigos.
Paul nos dijo que habíamos tenido muchísima suerte, ya que muy poca gente consigue ver el espectáculo que nosotros habíamos tenido delante y menos aún ahora que las migraciones ya casi estaban finalizadas y pocos animales cruzaban el río. Dejando a un lado el río Mara y de vuelta ya al campamento tuvimos la suerte de poder ver de nuevo a otro guepardo, esta vez con cuatro crías a la sombra de un pequeño arbusto. Paul y el resto de furgonetas se salieron del camino para que la gente pdiéramos verlo mejor, pero en ese momento vinieron los guardas del parque y nos retuvieron allí más de una hora. Al parecer está prohibido salirse de los caminos y les multaron con 100 $ a cada uno por ello.
El parque del Masai Mara se despidió de nosotros con una ligera lluvia y con otro pequeño espectáculo de la naturaleza. Un grupo de unas 10 girafas escaban de un cachorro de león (posiblemente el que vimos el día anterior junto con su madre), que estaba intentando jugar a darlas caza ante la atenta mirada de su madre. A las 16,30 estábamos en el camping de nuevo.
Paul nos propuso para acabar la tarde subir con dos jóvenes Masai a lo alto del valle para ver el atardecer a cambio de una propina a los chicos, algo que de primeras dudamos en hacer ya que la tarde amenazaba tormenta pero que al final nos decidimos por ello. Lo que pensábamos que iba a ser un paseo sencillito se convirtió en una escalada en toda regla hasta lo más alto de la montaña entre bosques y maleza.
Cuando quedaba todavía un poco de camino por hacer, Diana decidió que era suficiente para sus pulmones y se quedó en un pequeño descampado con uno de los dos Masai que se quedó con ella. El resto conseguimos llegar a la cumbre de la montaña, donde las vistas de todo el parque eran espectaculares y pudimos ver como poco a poco el sol desaparecía entre las montañas dando paso a la noche. En esta última subida pudimos ver dos pequeños chacales. Al parecer por lo que nos dijo el joven Masai era común ver chacales, hienas e incluso leopardos y búfalos en la zona en la que nos encontrábamos. A lo largo de la sabana, se veían pequeñas manchas negras que eran los animales del Masai Mara y algunos poblados típicos Masai.
La bajada fue más sencilla, aunque la noche ya caía y empezaba a refrescar. En total un paseo de dos horas que nos llevó a uno de los puntos más alto del Masai Mara, si no era el más alto, ya que las antenas de telefonía móvil allí situadas parecían indicar que así era. Por cierto y hablando de cobertura móvil, a lo largo y ancho de todo Kenia es más que perfecta, el 100% del territorio tiene cobertura, vamos que para subirse con el móvil a lo alto de un cerro en España, que no hay ni 3G ni nada.
De vuelta al campamento, la rutina de todos los días, ducha y cena, hoy tocaba arroz con carne y patatas asadas. Por la noche tocaba dejar todo preparado para salir al día siguiente hacia Naivasha.

6 comentarios:

  1. Jambo chic@s, después de ver a tanto carnívoro comiendo menos mal que os han dado carne. A Diana decirle que está desentrenada, por lo de no poder subir con el resto, o tal vez está muy resfriada? Cuidad de ella bien que es única e irrepetible, aunque eso ya lo sabéis, claro. Por favor alguna foto más, que sabe a poco....besitos :D

    ResponderEliminar
  2. Se me olvidaba, queremos vídeos porfiiii!! Y alguna foto de algún carnívoro de cerca, o está prohibido? .... Besines :p

    ResponderEliminar
  3. jajajajajaj, no puedo dejar este post sin decir: que bellezones mis Iscar´s girls, aunque claro, son todos guapisimos y a Alf le sienta el traje de Masai Mara estupendamente.
    Que fuerte lo de la cebra...espero que la gritarais que corriera en zig zag para deshacerse de ese cocodrilo
    Mabel

    ResponderEliminar
  4. Desde luego, a través de las fotos, se ve que Diana es una mujer bellísima, y de largos cabellos.

    ResponderEliminar
  5. hombre no hay otra mas guapa que diana y si no que se lo digan a su madre.bueno tdo muy bonito y espectacular lo que nos estais contando, ya me gustaria estar con vosotros.alfonso muy chulo vestido de masai, te faltaba un poco de altura y de color.besos para todos en especial para diana.loli y carlos.

    ResponderEliminar
  6. diana haber si dejamos de fumar y hacemos un poco mas de ejercicio,que luego no podemos subir una montañita de nada,y te tienes que quedar a mitad de camino.bueno un beso para todos loli y carlos.

    ResponderEliminar