domingo, 16 de septiembre de 2012

Entre Masais y Naturaleza

Parque de Amboseli, 14 de septiembre
Hoy nos hemos levantado muy pronto, a las 6,15 de la mañana ya estábamos de pie. Al parecer para ver el Kilimanjaro hay que madrugar porque luego se cubre de nubes. Así ha sido, sólo a primera hora de la mañana hemos podido visualizar la cumbre del Kilimanjaro, ni al atardecer, que según los Masais es cuando el Kilimanjaro despierta hemos podido verlo. Hemos tenido mala suerte en esto.
Después de un desayuno estupendo preparado por nuestro cocinero Charles compuesto por huevos, salchichas, tostadas y café, nos hemos puesto rumbo al parque de Amboseli que está a unos 10 minutos en coche. Por el camino Diana ha visto unos burros y se ha emocionado pensando que eran algún animal del parque... vale, son bonitos, pero precisamente para los españoles no son muy exóticos.

Según hemos llegado un grupo de Masais se nos ha acercado para vendernos abalorios. La verdad es que no sabemos exactamente qué es, pero no son en absoluto pesados como en otros países, son muy amables e intentan venderte las cosas con una sonrisa, algo que se agradece. Uno de estos vendedores nos ha avisado de que teníamos la rueda pinchada y hemos tenido que volver a uno de los hoteles de lujo donde tenían un taller para arreglarlo, pero las cosas no pasan porque sí, y el dios del viaje nos ha premiado por partida doble.
Por un lado hemos conocido a un chico joven Masai con el que hemos estado hablando un rato mientras nuestro conductor Paul arreglaba la furgoneta. Cuando le hemos dicho nuestro nombre se ha reído especialmente con el nombre de Encarna, por que al parecer Encarna en Masai significa "nombre". Ya habíamos notado algo en el aeropuerto y con alguna persona, que se había reído al oir su nombre, pero no sabíamos por qué. Total que cuando la preguntan ¿cual es tu nombre? Encarna responde: "nombre". El otro gran premio del dios del viaje por llevar tan bien el pinchazo de la rueda ha sido poder ver un grupo de jirafas antes de entrar al parque, nuestra primera vista real de animales salvajes. Tan sólo verles moverse, comer y
andar libremente es toda una experiencia.
Bajarse del coche está totalmente prohibido, pero el techo de la furgoneta se levanta y hemos ido buena parte del día de pie dentro. Ya en el parque lo primero que hemos visto han sido gacelas, cébras y dos jabalís. A lo lejos veíamos los majestuosos elefantes. Por el camino avestruces, babuínos, antílopes y ñus. Un poco más adelante vimos a los elefantes como poca gente tiene la suerte de verlos. Parados con nuestra furgoneta en medio del camino hemos podido disfrutar de como una manada de unos 8 elefantes se dirigía hacia nosotros para cruzar el camino a escasos 5 metros de nosotros. Fue una mezcla entre emoción y cierto miedo ya que no sabíamos muy bien cómo iban a reaccionar. El parque de Amboseli es especialmente famoso aparte de por sus vistas del Kilimanjaro por la gran población de elefantes que habitan en él. En Kenia hay unos 30000 elefantes y de ellos 2200 se encuentran en Amboseli.
No entendemos como alguien puede disfrutar matando a este o cualquier otro animal que lo único que hace es vivir en libertad en su entorno natural. Un 0 para el rey, si quiere matar animales que lo haga con una lanza y no con un rifle, que al menos eso sí será un reto y demostrará su hombría.
Más adelante hemos podido ver Hipopótamos y Búfalos. Según nos ha contado Paul el animal que más miedo nos tiene que dar es  precisamente el búfalo, ya que ataca a los hombres con bastante más asiduidad que cualquiera del resto de animales. El paisaje de este parque es bastante árido aunque hay lagos internos que parecen poco más que charcas pero son muy profundos hasta el punto de que los hipopótamos se sumergen totalmente en esas aguas.
Poder ver a todos estos animales en libertad es una experiencia increíble, hemos estado 9 horas en el parque y no nos hemos cansado de estar allí. A lo largo del día hemos podido ver cientos de elefantes. Para comer hemos subido a lo alto de un volcán desde donde se veía toda la sabana. Paul nos ha dado a cada uno un tupper y nos ha dicho que subiéramos a lo alto para comer. Ha sido mejor que un restaurante de cinco tenedores. La sabana estaba a nuestros pies. Abajo a muy pocos metros había un lago donde pelícanos, elefantes, hipopótamos, ñus y gacelas convivían y disfrutaban del agua.
Algo muy curioso es la cantidad tan exagerada de tornados que se forman espontáneamente en el horizonte, en cualquier momento podían verse 5 o 6 tornados a lo lejos. Después de la comida hemos seguido observando animales de todo tipo, hemos podido ver una hembra elefante en celo intentando escapar de hasta tres machos, jirafas comiendo y más hipopótamos. Una pena que hoy no hayamos podido ver leones, al parecer nadie les ha podido ver hoy, pero nos han prometido que en el Masai Mara será mucho más sencillo verlos. Tampoco las hienas han hecho acto de presencia.
Saliendo ya del parque sobre las 17 de la tarde, Paul nos ha propuesto ir a ver una Villa Masai. Sí, es una turistada y costaba 20 dólares, pero mejor verla en Amboseli, que es mucho menos turístico que en el parque Masai Mara. Tan sólo a 5 minutos conduciendo se encontraba este lugar. Al parecer cuando Masai Mara y Amboseli se convirtieron en parques nacionales, se prohibió a los Masai llevar a pastar a sus ganados dentro de ellos, por lo que han tenido que buscarse otras formas de ganarse la vida, y qué mejor que con los turistas.
En total en Kenia existen un total de 42 tribus y los Masai es una más de ellas. Cada una de ellas tiene su propio dialecto y en el Caso de los Masai, están situados entre el sur de Kenia y el norte de Tanzania. A todos los Masai, hombres y mujeres, a los 8 o 9 años se les hacen unas marcas en la cara con un hierro ardiendo, dos círculos, que les permite identficarse entre ellos. Los hombres además tienen unas cicatrices circulares en los brazos que son la muestra de que son adultos y cuidan de su ganado.
En la puerta un grupo de más de 30 chicos y chicas nos esperaban para darnos la bienvenida con sus bailes y cánticos. Los bailes básicamente consistían en una especie de "Paquito Chocolatero" mientras uno de los chicos de forma aleatoria saltaba hacia arriba, y ¡vaya saltos! yo he saltado al lado de uno de ellos y me quedaba a bastante distancia. El chico que ha sido nuestro anfitrión ha sido muy amable y nos ha ido explicando poco a poco la estructura de su sociedad y cómo se organizaban.
La villa está compuesta por un grupo de chozas dispuestas en círculo. En el centro de la choza todos los días se guarda el ganado para protegerlo de los animales salvajes, y damos fé de ello, ya que cuando nos íbamos de la Villa la noche estaba cayendo y la gente del pueblo ha empezado a recoger los animales. Los jóvenes con el pelo largo son los que por la noche con sus lanzas vigilan que ninguna fiera entre en el recinto. Pasada esta etapa de vigilantes, deben de cortarse el pelo para casarse con sus mujeres. Los matrimonios Masai son
concertados y son tus padres, cual reality de la MTV, quienes deciden quien será tu esposa y por la que pagaran unas 10 cabezas de ganado.
Las casas por fuera parecen muy bajas y están hechas de Acacia, hierba y excrementos de vaca frescos. Al parecer las casas pueden durar hasta 10 años en pie, aunque todos los años las dan alguna capa nueva de excremento. En su interior, se puede estar perfectamente de pie, de hecho los Masai son una tribu especialmente alta. La casa está dividida en dos habitaciones y una pequeña cocina. En la pared hay dos agujeros a modo de ventanas para que entre el aire y salga el humo. Los Masai pueden hacer fuego en poco menos de 3 minutos con acacias, cedro y excremento de burro, y así nos lo mostraron.
También nos mostraron su escuela para los niños y la iglesia que tienen construida, ya que son cristianos. Nuestro anfitrión nos dijo que si queríamos pasar la noche con ellos, esperando que le dijeramos que no, pero nuestra respuesta fue tan rotunda con un sí, que se asustó y ya cuando estaba cayendo la noche nos llevó hasta donde estaba Paul nuestro conductor para llevarnos al camping. Una pena, nos hubiera gustado vivir la experiencia de ser Masai al menos por 24 horas.
De vuelta al camping una gran cena a base de carne guisada, sopa de verduras, arroz y verduras salteadas nos esperaba. Por la noche Paul se vino a sentar con nosotros y pudimos hablar con él y preguntarle por muchas cosas de la cultura keniata y los animales. Tuvo su propia entrevista Sálvame con nosotros preguntándole como conoció a su mujer y cómo se casó. Por cierto algo muy curioso, los Keniatas se casan cuando llevan ya como mucho un año de novios y una vez firmados los papeles, presentan a su marido/mujer a sus padres y posteriormente hacen una fiesta para que ambas familias se conozcan. Suponemos que así evitarán que las madres malmetan en sus relaciones. Imagináos cuando le contamos que Diana lleva 7 años con su novio y cuatro de ellos viviendo con él y todavía no están casados...
Nuestro Swahili está empezando a ser cada vez más amplio, ya no decimos no, sino "Apana", las gracias son "Asanta Sana" y si queremos ir al baño decimos "Choo". Y como aquí a veces las cosas van más lentas de lo que deberían, también hemos aprendido la expresión "Pole, Pole", algo así como "Despacio, despacio". La gente nos está sorprendiendo muy gratamente, son amables, educados y muy abiertos, siempre con una sonrisa y de buen humor.

3 comentarios:

  1. hola chicos ,por fin sabemos de vosotros. me parece todo lo que contais muy chulo, tanto que me estais dando una envidia que paaquee.lo de pasar la noche en el poblado de los masais hubiera sido un puntazo,eh diana,te estoy viendo la cara cuando os ofrecieron quedaros y tambien cuando os mandaron volver con vuestro guia .una pena .bueno un beso para todos de loli y carlos.

    ResponderEliminar
  2. Hola maj@s!! Qué envidia que me está dando, me alegro mucho de que todo esté saliendo genial. Ya estábamos ansiosos de saber de vosotros. Como no lo mencionais entiendo que la cabra de los masais no ha sufrido daños ante vuestra visita...jeje..me alegro!!. Disfrutad mucho de vuestra aventura. Un besazo a tod@s.

    ResponderEliminar
  3. Jambo chic@s, jo que envidia, tanto animal junto, que gozada. ¿Los masais no os han dado de beber leche con sangre? .... Mejor no. Besitos

    ResponderEliminar